jueves, 15 de enero de 2015

Venas Abiertas de Latinoamérica


Venas Abiertas de Latinoamérica

“… el subdesarrollo latinoamericano es una consecuencia del desarrollo ajeno, que los latinoamericanos somos pobres porque es rico el suelo que pisamos y que los lugares privilegiados por la naturaleza han sido malditos por la historia. En este mundo nuestro, mundo de centros poderosos y suburbios sometidos, no hay riqueza que no resulte, por lo menos sospechosa”.


Las venas abiertas de América Latina, es un ensayo periodístico del escritor uruguayo Eduardo Galeano, contiene crónicas y narraciones que dan pruebas del constante saqueo de recursos naturales que sufrió el continente latinoamericano a lo largo de su historia a manos de naciones colonialistas, del siglo XV al siglo XIX, e imperialistas, del siglo XX en adelante.
Desde que los europeos pisaron nuestras tierras, solo había una intención: enriquecerse ellos a cuesta de todo, incluso de los indios, llamados así desde un primer momento, por la confusión de Don Cristóbal de creer que había llegado a alguna de las islas de Asia Oriental. América fue víctima de la colonización y de la conquista europea. Las armas fueron la llave para dominar el territorio americano, y una sola cosa marcó la diferencia entre unos y otros: la pólvora, desconocida por los nativos americanos.

Comentario: La obra a mi parecer fue interesante, ya que que todo lo que la obra explica es verdadero, y nos muestra la realidad, tal como es, demostrando que toda América Latina es manipulada, por varios países que hacen que las cosas se vendan al menor precio posible, y esto puede impedir el desarrollo de los países 
latinoamericanos. 
Sin embargo, gracias a las riquezas naturales que hay en Latinoamérica no se ha permitido que se desborone por completo, esta puede ser una ventaja, pero hay una gran desventaja, y es la que no se puede salir de este gran hoyo, por la gran industrialización que hay en otros países, además, de sus adelantos tecnológicos.

A lo largo de esta lectura me puedo dar cuenta de lo injustos que fueron los colonizadores al llegar aquí, en lugar de culturizarnos y traernos avances tecnológicos, lo que hicieron fue explotarnos y esclavizarnos de tal manera que nos marginaron e hicieron con nosotros lo que quisieron, sin tomar en cuenta, que si tal ves nos hubieran colonizado de la manera mas apropiada talvés hubieran podido aprovechar mejor todas las riquezas naturales y minerales que encontraron en estas tierras, y que tal vez por la ambición o tal vez por ignorancia no supieron aprovechar.


Análisis de fachadas

ANÁLISIS DE FACHADAS 

IGLESIAS:

San Agustín


"Iglesia de San Agustín"

Precede el atrio una cruz que se destaca de las demás por la presencia de un crucifijo tallado en ella. El atrio se destaca por sus tres escalinatas descendentes que se ubican bajo el nivel de la calle.
La composición general de la fachada, inicia en dos paramentos laterales simétricos que enmarcan la estructura central de piedra, éstos paramentos encalados, están compuestos por dos cuerpos y una sola calle o faja (cada uno), enmarcados por una arraba de círculos entrelazados, arranca en un zócalo plano que pasa inadvertido pues también está revocado de cal. 

San Francisco
"Iglesia de San Francisco"


Sobre la plaza del mismo nombre, se eleva majestuosa la fachada franciscana, al igual que las demás fachadas, ésta funde la piedra como un solo elemento monolítico inciso dentro de un blanco muro de adobe y ladrillo, revocado de cal.

La fachada pétrea del templo surge del atrio como una continuación ascendente de aquél, piedras almohadilladas forman el zócalo en el que se insertan cuatro medios dados decorados en su cara frontal con un gran tetrágono (rombo) en alto relieve, rematado con un listel que se desarrolla a lo largo de la parte superior del zócalo, éstos dados sostienen cuatro media columnas Toscanas, los paramentos de las calles laterales del primer cuerpo están realizados en piedra sillar con decoración de medias cañas en las juntas, lo que imprime a la obra las primeras características manieristas del conjunto, sobre este fondo se insertan fajas horizontales de textura áspera, que rompen la verticalidad tensionante de las columnas, éstas fajas realizadas en altorelieve que van de un extremo a otro de las calles laterales, interrumpidas únicamente por dos ventanales rectangulares incisos en el centro, las fajas se adentran en las jambas laterales, la clave se une armoniosamente a éstas guardando el equilibrio estético de la composición. 

La compañía de Jesus
"Iglesia La Compañía de Jesus"



Se inició su construcción en la segunda década del siglo XVIII (1722) y se terminó entrada ya la segunda mitad del mismo siglo (1765).


Es en verdad un retablo de piedra en cuyas hornacinas aparecen de cuerpo entero las imágenes de los santos más venerados de la hagiografía jesuítica: el Fundador, San Ignacio de Loyola, y San Francisco Xavier, San Estanislao de Kostka y San Luis.  Adquieren personalidad de protagonistas el juego de columnas Salomónicas, cuyas espiras dialogan como una oración encarnada en piedra es deslumbrante observar el esfuerzo que habrá implicado el primor del decorado, relieve de encaje obtenido sobre la dura consistencia del material. Fr.José María Vargas. Sobre los dinteles de las puertas laterales se admiran, como símbolos teológicos, los Corazones de Jesús y de la Virgen, íntimamente vinculados al sentimiento religioso popular.


Entre los detalles más significativos y cuidadosamente esculpidos cabe destacar los que aparecen sobre el arco del dintel de la puerta céntrica. La estatua de la Inmaculada Concepción, de juvenil lozanía, cuya mirada parece reflejar el éxtasis de amor maternal en su expresión más diáfana, sobre la hornacina en que se levanta, la alegoría hierática e imponente del Espíritu Santo. En su soporte y a los lados los rostros de los ángeles parecen transidos de íntima y entrañable devoción al rendir culto a la madre de Dios. Espirales, con realistas representaciones de los frutos de la tierra, de bien trazadas líneas geométricas, separan las imágenes laterales de ángeles, en actitud de oración, sin alas y con las manos juntas mirando hacia la Inmaculada. Detalles que ante la grandiosidad del conjunto pasan casi inadvertidos a la visión no muy atenta; son obras de profundo contenido estético, en ocasiones ritual y alegórico, que dan peremne testimonio de la gran categoría técnica y creativa de los imagineros quiteños de la época en que nuestra ciudad era un auténtico núcleo de irradiación del arte religioso del continente. Existen similitudes entre las columnas salomónicas del baldaquino de la Basílica de San Pedro en Roma, talladas por Bernini, y el frontispicio de ésta iglesia quiteña en que el Barroco llega a su más admirable esplendor.

MUSEOS:

Museo de arte contemporáneo

"Museo de arte contemporáneo - Antiguo hospital militar"



Este sanatorio, ubicado en San Juan, fue construido a inicios del siglo XX, primero por Schmidt y luego por los arquitectos s italianos Durini, constructores de algunas de las mejores edificaciones de Quito. El siglo XXI, el Fondo de Salvamento lo restauró y lo convirtió en Centro de Arte Contemporáneo, destino que satisface a la mayoría de los quiteños.
Esta obra arquitectónica se acopla perfectamente a las irregularidades de la pendiente del cerro San Juan, en las faldas del volcán Pichincha. La edificación es una muestra del estilo neoclásico, prevalente hace 100 años. Diez pabellones de dos pisos se distribuyen simétricamente en abanico, a partir de un cuerpo principal curvo. 
Las condiciones de iluminación, ventilación y especialmente de salubridad de la obra son impresionantes para la época. Justamente estas dan una clara indicación de que, pese a nuestras limitaciones, los ecuatorianos siempre hemos tenido una clara conciencia civilizadora. 


Museo de la ciudad


"Museo de la ciudad"
"Museo de la ciudad"
El Museo de la Ciudad tiene su sede en el corazón del Centro Histórico de Quito, en el edificio civil más antiguo de la ciudad, fundado en 1565 por orden del Rey de España, como Hospital de la Misericordia de Nuestro Señor Jesucristo.
Desde el siglo XIX adoptó el nombre de Hospital San Juan de Dios, con el que se le ha conocido hasta nuestros días.
La instalación de hospitales en las recién fundadas ciudades españolas respondía a la mentalidad cristiana medieval, que enfatizaba la importancia del bien común y valoraba la solidaridad y la atención al menesteroso.


martes, 13 de enero de 2015

Goya

GOYA


Francisco de Goya y Lucientes nació el 30 de marzo de 1746 en Fuendetodos, un pueblecito de la provincia de Zaragoza. Se formó en el taller de José Luzán y posteriormente viajó a Roma, donde estudió el barroco italiano.
Su boda con Josefa Bayeu en 1773, hermana de los pintores Francisco y Ramón Bayeu, facilitan su instalación en la Corte, donde bajo la dirección de Mengs comienza a pintar cartones para la Real Fábrica de Tapices.
A los trece años, en 1759 y hasta 1762, Francisco de Goya asiste a clases de pintura que imparte José Luzán y poco después entra a trabajar en su taller. En verano, durante la vendimia, va a Fuendetodos, y bajo la dirección de su propio padre realiza su primera obra, pinta el armario de las reliquias que posee la iglesia y se complementa con la decoración del muro al que va adosado el armario.
Por dos veces, a los diecisiete y a los veinte años, concursa, sin éxito, para obtener una pensión en la Academia de Bellas Artes de San Fernando; este doble fracaso le impulsa a viajar a Italia, donde aprende la técnica del fresco, que le servirá, a su regreso a España, para conseguir su primer encargo oficial en la Basílica del Pilar de Zaragoza.

En 1785 se convierte en pintor del rey Carlos III y en 1799 en pintor de cámara del rey Carlos IV. Inicia grandes retratos, La marquesa de Solana o La Duquesa de Alba, que culminarán en La familia de Carlos IV. Todas estas obras, aunque siempre de compromiso por las exigencias de su clientela, revelan los cambios estilísticos de Goya. Ocupan un papel principal la pincelada suelta y la preocupación por la luz. La luz aparece sobre todo en el tratamiento espacial y en los ropajes.

Hacia 1790 Goya sufre una enfermedad que le deja sordo. La sordera lo lleva al aislamiento y a la introspección, deja de contemplar la sociedad como un conjunto de costumbres amables y empieza a considerar el lado negativo, como plasmará en Los Caprichos. Son ochenta y cuatro grabados en los que destacan claramente cuatro temas principales: la corrupción de las costumbres, en las que tienen un gran papel la prostitución y el celestinaje; la superstición y la brujería; el anticlericalismo, apoyado en los vicios de los clérigos y en su poder sobre las personas y la ignorancia. El pintor se sirve de la ambigüedad para dar una visión crítica.
Su intención es generalizar, universalizar, la multitud se convierte en la protagonista de las escenas y la individualidad desaparece. Critica el mundo en el que vive porque está corrompido, satiriza los defectos sociales y las supersticiones de la época.
No. 39 "Hasta su abuelo" (Caprichos)

Goya vivió entre dos épocas históricas, el Antiguo Régimen, con las monarquías absolutas y los estamentos privilegiados y el Régimen Liberal, nacido de los principios revolucionarios franceses, con la exaltación de las clases medias y la soberanía popular. La Guerra de la Independencia en 1808, intensificó su veta pesimista y crítica. La relación entre artista y sociedad en Goya será evidente. Lo que ve en la guerra no es la lucha entre dos frentes, sino la violencia y la crueldad, la miseria humana, el aplastamiento del inocente, la desolación y el exterminio. Es enormemente realista en cuanto a los hechos y se sitúa al lado del pueblo que es quien padece los acontecimientos.
Goya se preocupa por la tipificación, es decir, la presentación de lo universal a través de lo particular o concreto. Esto se hace más patente todavía en Los desastres de la guerra, que es una brutal crítica a la crueldad del conflicto armado.
(Los desastres de la guerra)

Tras el fin de la guerra Goya, aquejado desde hacía años por una completa sordera, acaba por aislarse de la vida social y se refugia en la Quinta del Sordo, que decora con las famosas “pinturas negras”, realizadas sobre muro. En estas catorce obras el pintor recurre a colores oscuros y a temas lúgubres y de terror, que muestran la evolución de su mirada sobre las cosas y su pesimismo vital, cercano a los valores de lo que, andando el tiempo, daría lugar a la aparición del expresionismo.
La vuelta de Fernando VII y la instalación del absolutismo en el país hacen que Goya se exilie a Burdeos. Sus últimos años los pasó allí, donde falleció en 1828, dando un nuevo giro a su pintura. Ahora, una obra como “la lechera de Burdeos” nos permite considerarlo un precedente claro y firme del impresionismo.
"Dos viejos comiendo sopa" (Pinturas negras)

Se le ha considerado como el primer pintor moderno ya que muchos de los movimientos pictóricos posteriores beberán de su obra, como el Impresionismo y el Expresionismo.

Movimientos Artísticos

MOVIMIENTOS ARTÍSTICOS

ROCOCO:
La fase final del arte barroco, por su cada vez mayor libertad estilística, acabó desembocando en una nueva sensibilidad artística, un nuevo estilo llamado rococó que nació en los frívolos ambientes de la aristocracia francesa y que convirtió la decoración de sus casas y la de sus salones en una muestra exterior de riqueza.

El arte rococó es la última expresión del arte barroco y es originario de Francia a mediados del siglo XVII. Si bien el barroco se caracterizó por un estilo recargado de adornar las iglesias, pinturas y demás obras de arte, el rococó lo lleva a ciertos extremos de buen gusto y refinamiento que debemos al rey Luis XV, se piensa que este refinamiento tiene que ver con la mesura con que el rey quiso gobernar y tratar de olvidar o disimular los excesos de su predecesor Luis XIV.

El término viene de la palabra francesa “rocaille” que interpreto se refiere a los caminos empedrados de los jardines, que daban una sensación de pocos adornos en unas partes y muchos en otras. Ésta es una característica de este estilo y vemos espacios donde no se coloca ningún adorno (el rocaille) y sitios donde había muchos adornos. Es precursor del arte neoclásico pues vuelve sus ojos a los estilos grecorromanos, al mitología y a la naturaleza con detalles que nos recuerdan el claroscuro (en la pintura especialmente) que estará de moda un par siglos después.

" El columpio" Honoré Fragonard


En este arte muchos ven los principios de la revolución francesa porque el arte barroco esta al servicio de los monarcas y la nobleza, en cambio el rococó es fomentado, encargado y comprado por los aristócratas y los burgueses principalmente. El artista trabaja también con más libertad, pues aristócratas y burgueses no son tan instruidos como muchos de los nobles, con excepciones claro, entonces trabajan más a su gusto e influenciando más el estilo. Es típico de Francia y de allí se irradia a toda Europa. Tenemos el palacio de Versalles como ejemplo

NEOCLASICISMO:

El Neoclasicismo aparece hacía el fin del siglo XVIII y perdura hasta los años 1830. Aun que se desarrolle sobre todo en el norte de Europa, no tarda en llegar a América.
Adopta y promueve algunas de las ideas básicas de la revolución francesa: glorifica las grandes virtudes de la antigüedad, acepta el paganismo y agrega la ciencia a la emoción.
"El beso"


El Neoclasicismo, con su origen científico y su interés por el racionalismo griego se conecta con el culto al saber de la Ilustración; después la revolución lo adoptará como arte oficial.
Este movimiento se definirá por su culto al arte clásico, mucho más centrado en Grecia que en Roma, al revés de lo que sucedía en el Renacimiento. Se imitan esos modelos, muchas veces demasiado servilmente, así que comparándolo con los movimientos anteriores del Renacimiento y el Barroco, fue mucho menos fecundo e innovador. Se le considera un movimiento artístico que mira excesivamente al pasado, y como todo arte clásico. sometido a normas rígidas, hecho que lo pone en contradicción con ser el arte de una época revolucionaria.
La explicación radica en que la burguesía, de mentalidad racionalista y moderada, encuentra con ese estilo su modelo ideal, de formas más sencillas, frente al sentido de la vida más sensual, recargada y exuberante de la aristocracia del Rococó.
Será pues la bandera artística no sólo de la Revolución Francesa, sino también del Imperio Napoleónico, en conexión con todo lo que de ambiguo tiene esta etapa: era revolucionario como ella, ya que no aceptaba nada de las tendencias artísticas precedentes, pero al mismo tiempo era conservador porque no dejaba libertad al artista para crear nada nuevo, al igual que este movimiento, la sociedad napoleónica también era conservadora, ya que la Revolución había liberado unas violentas fuerzas sociales a las que la oligarquía burguesa necesitaba controlar para mantener su hegemonía.
Sin embargo después de la caída de Napoleón los artistas no tardaron en cambiar sus ideas hacia el Romanticismo y el Neoclasicismo fue abandonado.


ROMANTICISMO:

Nace como la respuesta ideológica a una serie de factores que se dieron en la Europa de fines del siglo XVIII. El Romanticismo se extendió por toda Europa, pero en los países donde se expresó con más vitalidad fue en Inglaterra y Alemania.
"La balsa de la medusa" Gericault
Un rasgo importante del Romanticismo es que fue una respuesta al clasicismo que se había adueñado del arte en Europa. El clasicismo había decaído hasta convertirse en una corriente que se regía por estrictas leyes de la composición que ahogaban la expresión. El clasicismo tomaba como modelo las culturas de Grecia y Roma: los poemas estaban llenos de referencias a la mitología antigua y no interpretaban el sentir de los hombres a fines del Siglo XVIII. El clasicismo en las artes se había convertido en un arte reaccionario, es decir, en un arte acartonado que se sometía a cánones estrictos, que tenía temas determinados y una forma prefijada de tratarlos.
Es propio de este movimiento un gran aprecio de lo personal, un subjetivismo e individualismo absoluto, un culto al yo fundamental y al carácter nacional, frente a la universalidad y sociabilidad de la Ilustración en el siglo XVIII

REALISMO:

El Realismo fue un movimiento artístico y literario cuyo propósito fundamental consistió en la representación objetiva de la realidad, basándose en la observación de los aspectos cotidianos que brindaba la vida de la época.
Este movimiento literario aparece en la segunda mitad del siglo XIX, como consecuencia de las circunstancias sociales de la época: la consolidación de la burguesía como clase dominante, la industrialización, el crecimiento urbano y la aparición del proletariado.

"Las espigadoras" Jean Francois Millet
Las características básicas del Realismo literario son:

Eliminación de todo aspecto subjetivo, hechos fantásticos o sentimientos que se alejen de lo real.
Análisis riguroso de la realidad. El escritor nos ofrece un retrato riguroso de lo que observa.
Los problemas de la existencia humana, componen el tema fundamental de la novela realista; ésa es la consecuencia del sumo interés por la descripción del carácter, temperamento y conducta de los personajes.
Surge un tipo de novela en la que se analizan minuciosamente las motivaciones de los personajes y las costumbres.

El novelista denuncia los defectos y males que afectan a la sociedad y ofrece al lector soluciones para detenerlos. Cada autor, según sus ideas, muestra lo que para él es un mal de la sociedad.